Por Jan Velterop
Es probable que todo científico esté familiarizado con la siguiente cita de Isaac Newton: “Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a los hombros de gigantes1”. El no fue el primero en expresar el concepto que remite al siglo 12 y es atribuido a Bernard de Chartres. Y este a su vez pudo haber sido inspirado en la mitología griega.
Si hoy día los científicos son capaces de ver más lejos, es porque están totalmente apoyados en una pirámide de colegas. Este es el caso de aquellos que se concentran en una determinada disciplina. Y los que buscan la aplicabilidad interdisciplinar o multidisciplinar de los resultados científicos acuden a varias de estas pirámides. La gloria y las proyecciones de alcanzar tales alturas en la carrera son excelentes. Pero eso ya no ocurre con demasiados científicos. Una explicación es que una cantidad creciente de investigación está siendo realizada – y publicada – por grupos de científicos y no por individuos independientes. Los artículos de múltiple autoría están aumentando, lo cual viene aconteciendo desde hace algún tiempo. Según Eldon Shaffer2, la gran mayoría (> 98%) de los artículos médicos importantes hace un siglo fueron publicados por autores únicos, pero eso se ha transformado en una rareza; actualmente menos de 5% tienen un único autor.
Como resultado la búsqueda de la gloria se está tornando cada vez más difícil. En artículos escritos por dos o tres participantes, los autores todavía pueden lograr puntos para ocupar su lugar en la jerarquía del sistema de ego científico; pero eso se complica cuando los autores son múltiples. ¿Pero es ese el problema? ¿No será el propio sistema del ego? La presión para publicar y acumular créditos para el Curriculum Vitae – preferentemente bajo la forma de publicaciones en revistas de alto Factor de Impacto – es implacable.
No se deberían subestimar las consecuencias negativas de esta situación: reivindicaciones exageradas, fetichismo del valor de p, selectividad de datos, o mismo fraude, que no siempre son detectados en la revisión por pares o el escrutinio post publicación. Si no son descubiertos antes de la publicación sino solamente luego de la misma, no es exagerado afirmar que eso perjudica la confianza en el sistema de comunicación científica y conlleva al descrédito en la ciencia como un todo. Desconfianza por el público en general, pero, quizás más importante por parte de políticos y líderes de opinión. Ello es desastroso para la sociedad como un todo.
La búsqueda por la cita o mención y el factor de impacto, es problemática. Según Daniele Fanelli, que es mencionado en BuzzFeed News (que comunica sobre su artículo en PNAS), para la sociedad, aun que no necesariamente para la propia ciencia, “nuestra principal conclusión es que se puede decir que el sesgo está perjudicando la ciencia como un todo”3-4. En el mismo artículo de BuzzFeed, también afirma lo siguiente:
“Parte de la razón por la que los artículos altamente citados pueden ser menos confiables, es que resultados sorprendentes y excitantes tienden a ser más frecuentemente citados – pero, es obvio, una razón por la que el resultado puede ser sorprendente es que esté errado o, por lo menos, sobrestimado. A veces, un estudio “encontrará” algún efecto dramático apenas por falla estadística y causará gran entusiasmo, solamente para que estudios posteriores lo revisen y encuentren algo menos impresionante. Tenemos alguna evidencia de que eso es verdad. Constatamos en forma consistente que los primeros estudios [sobre un fenómeno] encuentran algo sólido y significativo, pero estudios subsecuentes muestran algo diferente”.
(Eso generalmente es descrito como “regresión a la media”).
Citando nuevamente a Fanelli:
“Los artículos con mayor probabilidad de presentar sesgo son estudios pequeños con pocos participantes – lo que no causa sorpresa, dado que mayores tienen menos ‘ruido’ aleatorio en los datos. Existen razones perfectamente válidas para realizar estudios pequeños: pueden tener sentido como estudios preliminares, antes de invertir en un estudio mayor. El problema es que otros científicos – especialmente, los comunicadores científicos – pueden considerar estos estudios pequeños y pioneros como confiables. La manera responsable y científicamente precisa de comunicar en ciencia es estar en conocimiento de la literatura correspondiente y ponerla en su contexto. Si se está comunicando evidencias sobre un nuevo hallazgo relevante, este debe ser tratado con mucha prudencia. Si fuese el quinto estudio significativo que describe el fenómeno en forma consistente, uno puede estar más seguro”.
¿Cómo mejorar la situación y generar más confianza en el sistema? Ayudaría mucho liberarse de la presión para publicar en revistas de prestigio. Esta presión induce a la tentación de lisonjear los resultados de la investigación, o peor. Omitiendo los datos que no soportan la hipótesis, o sobrestimando los resultados, a veces por un completo fraude. El motivo es que los autores no son juzgados por la calidad de sus investigaciones sino por la capacidad de sus publicaciones de ser citadas. Esas situaciones no significan lo mismo. Las evaluaciones obtenidas por los investigadores determinan las financiaciones que reciben y sus perspectivas de avanzar en la carrera. Por lo tanto, es comprensible que los autores se esfuercen en “estimular” sus resultados; haciéndolos tan espectaculares cuanto posible, impunemente, para alcanzar el Santo Grial: publicar en una revista de prestigio. He citado a Napoleón Bonaparte en varias ocasiones (aunque la cita probablemente sea apócrifa): “Se puede ofrecer dinero a las personas y ellas no pondrán sus vidas en riesgo por eso. Pero si se les da una condecoración, harán lo que se les pide.” Lleve este concepto al dominio científico, y quizás un poco injustamente, – se puede traducir como “ningún científico razonable se colocaría en riesgo por principios, pero ofrézcale la posibilidad de publicar su trabajo en una revista de prestigio, y no habrá límite para que exageren sus resultados”.
¿Cómo librarse de esta presión “ego-sistémica” que estimula estas actitudes, y consecuentemente provee de munición para aquellos que socavan la confianza en la ciencia? Daniël Lakens presentó un interesante planteo al respecto, en una reciente entrevista ofrecida en una radio holandesa (aún la puede publicar en su blog, pero hasta el momento de la redacción de este texto no lo había hecho – su último post en el blog5, del 4 de agosto de 2017, trata de un abordaje colectivo en la recolección de datos). Argumentó que el ego excesivo podría ser suprimido por colaboraciones en gran escala. Creo que tiene razón. Las colaboraciones en gran escala diluyen el ego de los autores individuales. Si se adjudicara un nombre a las propias colaboraciones y fueran así citadas, no incluyendo el nombre de sus autores (evitando incluso el primer autor como se hace habitualmente “Joe Bloggs, et al“), sería también más fácil reconocer los roles de cada uno de los involucrados en la investigación en una nota al final de un artículo. No solamente aquellos que realmente escribieron el artículo, pero también los que contribuyeron substancialmente en la concepción y diseño del estudio, en la recolección de datos, el análisis (incluyendo estadísticas) e interpretación de los datos, para la evaluación crítica del contenido, etc. (Ernesto Spinak discute los créditos autorales en el blog SciELO Perspectiva en 20146). Finalmente aquellos que inspiraron la investigación o tuvieron un rol personal importante en las discusiones sobre el tema – la suerte de persona que a veces figura como autor ‘invitado’ u “honorario” – podrían ser mencionados en esta nota también, por supuesto.
Repito el título de este post: La ciencia es fundamentalmente un emprendimiento colectivo. Esta colectividad merece ser reconocida en forma más explícita.
Notas
1. Standing on the shoulders of giants [online]. Wikipedia. 2017 [viewed 07 August 2017]. Available from: http://en.wikipedia.org/wiki/Standing_on_the_shoulders_of_giants
2. SHAFFER, E. Too many authors spoil the credit. Can J Gastroenterol Hepatol. [online]. 2014, vol. 28, no. 11, pp. 605 [viewed 07 August 2017]. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4277173/
3. CHIVERS, T. The More Widely Cited A Study Is, The More Likely It Is To Exaggerate [online]. BuzzFeed News. 2017 [viewed 07 August 2017]. Available from: http://www.buzzfeed.com/tomchivers/the-more-widely-cited-a-study-is-the-less-reliable-it-is
4. FANELLI, D, COSTAS, R and IOANNIDIS, J. P. A. Meta-assessment of bias in science. PNAS [online] 2017, vol. 114, no. 143714-3719 [viewed 07 August 2017]. DOI: 10.1073/pnas.1618569114. Available from: http://www.pnas.org/content/114/14/3714
5. LAKENS, D. Towards a more collaborative science with StudySwap [online]. The 20% Statistician. 2017 [viewed 07 August 2017]. Available from: http://daniellakens.blogspot.com.br/2017/08/towards-more-collaborative-science-with.html
6. SPINAK, E. Los créditos del autor… ¿autor de qué? [online]. SciELO en Perspectiva, 2014 [viewed 07 August 2017]. Available from: http://blog.scielo.org/es/2014/07/17/los-creditos-del-autor-autor-de-que/
Referencias
Bernard of Chartres [online]. Wikipedia. 2017 [viewed 07 August 2017]. Available from: http://en.wikipedia.org/wiki/Bernard_of_Chartres
Cedalion [online]. Wikipedia. 2017 [viewed 07 August 2017]. Available from: http://en.wikipedia.org/wiki/Cedalion
CHIVERS, T. The More Widely Cited A Study Is, The More Likely It Is To Exaggerate [online]. BuzzFeed News. 2017 [viewed 07 August 2017]. Available from: http://www.buzzfeed.com/tomchivers/the-more-widely-cited-a-study-is-the-less-reliable-it-is
FANELLI, D, COSTAS, R and IOANNIDIS, J. P. A. Meta-assessment of bias in science. PNAS [online] 2017, vol. 114, no. 143714-3719 [viewed 07 August 2017]. DOI: 10.1073/pnas.1618569114. Available from: http://www.pnas.org/content/114/14/3714
LAKENS, D. Towards a more collaborative science with StudySwap [online]. The 20% Statistician. 2017 [viewed 07 August 2017]. Available from: http://daniellakens.blogspot.com.br/2017/08/towards-more-collaborative-science-with.html
REGALADO, A. Multiauthor papers on the rise. Science [online]. 1995, vol. 268, no. 5207, pp. 25 [viewed 07 August 2017]. DOI: 10.1126/science.7701334. Available from: http://science.sciencemag.org/content/268/5207/25.1.long
SHAFFER, E. Too many authors spoil the credit. Can J Gastroenterol Hepatol. [online]. 2014, vol. 28, no. 11, pp. 605 [viewed 07 August 2017]. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4277173/
SPINAK, E. Los créditos del autor… ¿autor de qué? [online]. SciELO en Perspectiva, 2014 [viewed 07 August 2017]. Available from: http://blog.scielo.org/es/2014/07/17/los-creditos-del-autor-autor-de-que/
Standing on the shoulders of giants [online]. Wikipedia. 2017 [viewed 07 August 2017]. Available from: http://en.wikipedia.org/wiki/Standing_on_the_shoulders_of_giants
TSCHARNTKE, T. Author Sequence and Credit for Contributions in Multiauthored Publications. PLoS Biol [online]. 2007, vol. 5, no. 1, e18 [viewed 07 August 2017]. DOI: 10.1371/journal.pbio.0050018. Available from: http://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.0050018
Enlace externo
The 20% Statistician – <http://daniellakens.blogspot.nl/>
Sobre Jan Velterop
Jan Velterop (1949), geofísico marino llegó a ser editor científico a mediados de 1970. Comenzó su carrera de editor en Elsevier en Ámsterdam. En 1990 se convirtió en director de un diario holandés, pero retornó a la publicación internacional de ciencia en 1993 en Academic Press en Londres, donde desarrolló el primer acuerdo nacional que le dio acceso electrónico a todas las revistas AP a todos las instituciones de educación superior en el Reino Unido (más adelante conocido como el BigDeal). A continuación se unió a Nature como director pero rápidamente se cambió para ayudar a levantar a BioMed Central. Participó en la Budapest Open Access Iniative (BOAI). En 2005 se unió a Springer, con sede en el Reino Unido como Director de Acceso Abierto. En 2008 lo dejó para ir a ayudar en el desarrollo de enfoques semánticos para acelerar el descubrimiento científico. Es un defensor activo del Acceso Abierto conforme al BOAI, en el uso de la microatribución, el sello distintivo de la llamada “nanopublicación”. Publicó varios artículos en ambos temas.
Traducido del original en inglés por Thais Forster.
Como citar este post [ISO 690/2010]:
realmente estoy de acuerdo con el artículo, los arbitros deben dejar opiniones, que deben considerarse, pero siempre deben dejarse margenes para que los autores con libertades realicen arreglos, no vetar sino contribuir a que los autores esclarezcan opiniones, que pueden tener los arbitros para que el artículo se mejore en su contenido esencial y formal; por supuesto deben referenciarse en la discusión no solo por las citas de alto impacto, sino tambien por otras. Deben usarse los articulos consultados cuyos autores puedan tener puntos de vista similares al nuestro o diferentes, pero lo importante tambien el ¿por que? se usan o nos apoyamos en ello.
Lea el comentario en portugués, por José Joaquín Lunazzi:
http://blog.scielo.org/blog/2017/08/11/a-ciencia-e-fundamentalmente-um-empreendimento-coletivo-esta-coletividade-deve-ser-reconhecida-mais-explicitamente/#comment-27778