Entrevista con José Adolfo Rodríguez Gallardo

José Adolfo Rodríguez Gallardo

La UNAM, que ocupa un lugar destacado en la producción científica latinoamericana, y el CONACYT, crean grupo de trabajo para el mejoramiento de las publicaciones científicas de México. La UNAM coordina  SciELO México y por 30 años produce las bases CLASE, PERIODICA y Latindex, que cubren todas las áreas científicas. Desde 2006 promueve el acceso abierto de las revistas y repositorios.

José Adolfo Gallardo es maestro en Historia por El Colegio de México e maestro en Bibliotecología por la Universidad de Texas en Austin y Doctor en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha publicado más de una docena de libros y más de 70 artículos en revistas nacionales e internacionales.

Investigador emérito en el Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI) de la UNAM; investigador nacional nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.

Ha sido director de la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía, de la Dirección General de Bibliotecas de la UNAM, director fundador del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas de la UNAM (Actualmente IIBI) y Coordinador del Posgrado en Bibliotecología y Estudios de la Información de la UNAM.

Actualmente se desempeña como Director General de Bibliotecas de la UNAM.

1. La UNAM está en un lugar destacado en el ranking de universidades iberoamericanas, ocupando las primeras posiciones en los diferentes criterios de producción científica. ¿En qué contribuye y en qué favorece la DGB?

La Dirección General de Bibliotecas (DGB) contribuye al logro de posicionar a la UNAM en el ranking de las mejores universidades al guardar y ordenar la información que los académicos producen. También tiene un banco de datos de tesis que permite saber cuántos alumnos se han titulado de licenciatura, o han obtenido su grado de maestro y doctor. También contribuye con la elaboración del banco de datos TESIUNAM, el cual contiene información sobre autores, temas y de académicos que dirigieron los trabajos o las investigaciones. Este banco de datos es de acceso abierto y contiene los textos completos de las tesis.

2. ¿Cuenta la UNAM con un programa de perfeccionamiento de las revistas que publica o esa responsabilidad recae en las diferentes facultades e institutos que actúan como editores?

La responsabilidad de la edición ha recaído en las facultades o institutos. Con el incremento de SciELO-México se han marcado algunas pautas que deben seguir las publicaciones científicas. SciELO-México inició su trabajo a partir de las publicaciones periódicas incluidas en el Catálogo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), lo cual ha contribuido a mejorar el trabajo editorial. En la actualidad, la DGB ha firmado un convenio con el CONACYT para la divulgación entre los editores del Open Journal Systems (OJS) para la normalización de la edición; y la DBG ofrecerá una serie de cursos y talleres para lograrlo. De igual forma, la UNAM ha establecido recientemente un grupo de trabajo, del cual la DGB forma parte, para el mejoramiento de las publicaciones periódicas.

3. Uno de los desafíos que enfrentan los periódicos nacionales es el aumento del impacto internacional. ¿Cómo apoyan la UNAM y la DGB en particular, a las revistas en este contexto?

La UNAM ha elaborado por más de treinta años dos bases de datos: CLASE y PERIÓDICA, hasta ahora han sido bases de datos referenciales; la primera, en ciencias sociales y humanidades; y la segunda, en ciencias naturales. Actualmente se han desarrollado una serie de indicadores bibliométricos que serán aplicados a estas bases de datos y adicionalmente, se ha buscado que se ofrezca el texto completo. Además la UNAM, mediante la DGB, participa en SciELO para darle mayor visibilidad a la producción científica nacional.

4. Usted va a hablar en la reunión de la Red SciELO sobre la contribución de las bibliotecas y los bibliotecarios para el mejoramiento de las revistas SciELO. ¿Qué podría avanzar en esta entrevista al respecto?

Los bibliotecarios de distintos países de América han participado de forma comprometida y entusiasta en el desarrollo de SciELO en América Latina. No son el grupo mayoritario ni único, pero sí han sido un grupo que se ha propuesto darle una mayor visibilidad a la ciencia latinoamericana, e impulsar el acceso abierto.

5. Además de SciELO la DGB es responsable de los índices Clase, Periódica y Latindex. ¿Cómo se complementan esos procedimientos?

CLASE y PERIÓDICA son bases de datos producidas por el antiguo Centro de Información Científica y Humanística (CICH). Desde 1997 ese Centro forma parte de la DGB; y ésta ha realizado algunas actividades importantes para mejorar estos índices, como es el caso de la normalización de los registros. La totalidad del trabajo es realizado por el personal de la DGB. Latindex se originó en el antiguo CICH, y posteriormente se fusionó a la DGB. Este índice es un esfuerzo latinoamericano, ya que la información de cada país es aportada por colegas de instituciones latinoamericanas. En su mayoría, el personal que coordina este índice pertenece a la DGB. Mientras que CLASE y PERIÓDICA realizan el estudio del contenido de las revistas mediante el análisis de los artículos publicados; Latindex es un directorio de publicaciones periódicas latinoamericanas, pero no analiza los artículos publicados.

6. Respecto a la adopción del Acceso Abierto, ¿cuáles son los avances en término de mandatos y repositorios en la UNAM? ¿Cuál es la participación de la DGB?

Desde el año 2006, el Rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, acordó que las publicaciones de la universidad deben ser en acceso abierto. La incorporación de la UNAM-DGB a SciELO y la inclusión de los textos completos en CLASE y PERIÓDICA evidencian el compromiso de la UNAM con el acceso abierto.

A fines del mes de septiembre de este año, el Senado de la República realizó una consulta sobre la posibilidad de elaborar una ley sobre el acceso abierto. Cabe destacar que en esta consulta participó la mayoría de la comunidad universitaria.