Recientemente fue publicado en Acta Bioethica 20(1):93-97 por Bhavisha P. Sheth, Vrinda S. Thaker, Universidad Saurashtra, India, un artículo con el título provocador: “Retractación científica: un sinónimo de Seudociencia?¹” (Scientific retraction: a synonym for pseudoscience). Aunque los autores no profundizan las discusiones sobre la caracterización de la Ciencia, reflexionar sobre la misma y sobre el contexto científico actual en el que está inserto el investigador sería fundamental para ampliar el debate de manera fructífera.
El sistema académico actual realiza una presión inexorable sobre los investigadores, influyendo en el aumento del número de publicaciones como condición para la supervivencia en la comunidad científica. El efecto de este proceso, muchas veces el aumento de la cantidad de publicaciones es priorizado en detrimento de la calidad de las mismas. La ausencia de control social efectivo y deficiencias en la formación del investigador sobre la integridad científica puede favorecer la mala práctica científica, exteriorizada en la forma de plagio, falsificación y fabricación, entre otras. En este contexto es notorio el número creciente de artículos retractados en revistas científicas altamente calificadas.
Sin lugar a dudas, estamos de acuerdo con los autores cuando señalan las consecuencias de la deshonestidad científica en la credibilidad de la literatura científica o estudios futuros. Sin embargo, además de los daños a la ciencia misma, los daños de la mala conducta científica también afectan a las personas que participan en la investigación, la sociedad, investigadores, instituciones de investigación y agencias de financiación para la investigación.
El artículo señala la retractación como un fenómeno vergonzoso para la comunidad científica. Asimismo, se refiere a la ética como un componente básico en la propia Ciencia, por lo cual, violar sus reglas configuraría seudociencia y deshonestidad. Sin embargo, debemos reflexionar que la Ciencia es producida por seres humanos falibles y con diferentes axiogramas². El reconocimiento de los aspectos que intervienen en la producción científica es clave para una ciencia menos sesgada. Gérard Fourez, en su libro “La Construcción del conocimiento científico”, critica a los que tienen una concepción casi sagrada de la Ciencia. La Ciencia se caracterizaría por concentrarse en la observación libre de los factores humanos que permiten la formulación a ser verificadas por medio de experimentos lógicos y racionales. Fourez destaca que, previamente, las observaciones y modelos son representaciones humanas, siendo imposibles calificarlos como libres de valor (Fourez p.91-92). Sin embargo, el uso de métodos adecuados propicia la disminución del sesgo, permitiendo respuestas científicamente aceptables, incluso si estas no sean verdades absolutas.
Al comprender que la Ciencia no está libre de valores y que todo investigador, como ser humano, es tendencioso en sus hipótesis, además de tener una dualidad entre el bien y el mal, parece esencial invertir en la formación académica de los mismos. Esta formación académica debe permitir al investigador considerar las consecuencias de la deshonestidad científica no solamente en el ámbito de sus micro esferas, sino en toda la comunidad. También debe propiciar reflexiones sobre los intereses legítimos de todas las partes interesadas (participantes, investigadores e instituciones) para el reconocimiento de los posibles conflictos de intereses.
La deshonestidad científica no es un fenómeno nuevo. Actualmente la globalización y el desarrollo tecnológico propiciaron y también dificultaron la deshonestidad en la Ciencia. En el artículo mencionado se establece que la revisión de un trabajo científico no termina en su publicación. De hecho, entendemos que un artículo científico al ser publicado pasa por el tamiz de la comunidad científica de expertos en determinada área, que es más eficaz en la identificación de errores o de mala conducta científica que los revisores vinculados a una revista determinada. Como consecuencia muchos artículos son retractados solamente en este período posterior a la publicación.
Actualmente la mayoría de las revistas usan software que detectan plagio y autoplagio, de manera que creemos que la tendencia mundial será la disminución del plagio y de la doble publicación. Sin embargo, los errores y el fraude en la producción científica son más difíciles de identificar, pues requieren un control social más efectivo.
Los autores señalan el hecho grave de la continuidad de la citación por la comunidad científica a trabajos ya retractados. Esto demostraría que los esfuerzos de los editores o los métodos de difusión de las retractaciones todavía son inadecuados o insuficientes. Los autores, editores y revisores tienen una gran responsabilidad en el proceso de evaluación de los artículos presentados, requiriendo un mayor control en los casos de deshonestidad científica y divulgación en el medio editorial.
En resumen, la falta de honradez no es un evento reciente en la historia de la ciencia. El creciente fenómeno de la retractación de artículos con errores y fraudes es una respuesta necesaria, aunque sea parcialmente eficaz, fruto del control social al que los autores se refieren como “seudociencia”.
Notas
¹ Scientific retraction: a synonym for pseudoscience? – http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-569X2014000100010&lng=es&nrm=iso&tlng=en
² Axiograma – Autodeclaración de valores y antivalores – http://dicionariocriativo.com.br/significado/axiograma
Referencias
FOUREZ, G. La Construcción del conocimiento científico: filosofía y ética de la ciencia. Madrid: Narcea ediciones; 1994.
SHETH, B. P. and THAKER, V. S. Scientific retraction: a synonym for pseudoscience?. Acta bioeth. [online]. 2014, vol. 20, nº 1, pp. 93-97. Available from: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-569X2014000100010&lng=es&nrm=iso
Sobre Liliane Lins
Doctorado en Patologia Humana-FIOCRUZ-FMB-UFBA. Profa. de Bioética FMB-UFBA. Profa. Titular del curso de Medicina en la Escuela Bahiana de Medicina y Salud Pública. Profa. Adjunta de la Facultad de Medicina da Bahia-UFBA. Ética y Bioética-DMPS.
Traducido del orginal en portugués por Ernesto Spinak.
Como citar este post [ISO 690/2010]:
La interpretación de Fourez, autor de 1994, proviene de las escuelas francesas del deconstruccionismo, y posestructuralismo, Derrida y otros, cuyos autores más conocidos en la epistemología científica fueron Latour y Lyotard, con los cuales me separa un abismo filosófico infranqueable. Según esta escuela, la ciencia se compone de “narraciones” generadas por los intereses de grupos de poder.
De esta mierda se derivaron en los años 90’s los relativismos epistemológicos, relativismos morales, los estudios de género, las acciones afirmativas, entre otras tantas plagas.
No conozco a Liliane, pero me imagino que debe estár en el área académica “izquierdosa” de la universidad de San Pablo
El hecho de que no existe ciencia “pura” ajena a los valores y conceptos humanos, lo dijo Popper en Conjeturas y Refutaciones, hace más de 50 años. Lo que sucede con Popper y el “falsacionismo” como método, es que en su línea filosófica considera que la Psicología y el Historicismo marxista, no son ciencias porque carecen justamente la posibilidad de “falsify” una hipótesis, es decir si no es posible construir un experimento que someta a una hipótesis a ser verificada o falsada, entonces no nos encontramos con Ciencia. Obviamente Popper no es del gusto de los marxistas, por Popper lo dijo primero.
Bem lembrado Ernesto.
É bem verdade que em sua abordagem Epistemológica, Popper admite ser guiado por algum juízo de valor e ”preferências pessoais” o que reforça nosso pensamento. De igual forma, ao mesmo tempo em que Popper advoga a lógica empírica, não desconsidera a metafísica. Popper também se opõe a uma especialização estreita da ciência e a uma crença obscurantista na habilidade dos cientistas e sua inexorável “autoridade” consequente ao “conhecimento”.
Quanto ao Fourrez, avalio que diferentes teóricos podem encontrar convergências, mesmo elaborando suas teorias em contextos políticos e sociais diferentes. Provavelmente, essas teorias nascem de leituras prévias e experiências pessoais (dedução?). Essa crítica sobre os executores da ciência e sobre como as ideias científicas se modificam ou se repetem ao longo do tempo poderia trazer à discussão outros filósofos como Fleck (me identifico mais com suas teorias) ou Kuhn.