SciELO como espacio para pensar la comunicación científica

Por Francisco Osorio, Universidad de Chile

La historia de SciELO puede entenderse como la búsqueda de una solución a un problema local con una mirada de colaboración internacional. Esto es, había un problema a fines de la década de 1990 en el sistema de comunicación científica en Brasil, pues muchos de los artículos que necesitaban leer sus investigadores no estaban disponibles con facilidad. Las revistas en papel llegaban (en algún momento), pero no a todos y el sistema era lento en general. Sin embargo, por esos momentos apareció una tecnología novedosa que fue se ocupó para resolver este problema: internet.

Hoy, a 25 años, podemos ser testigos de que ese problema se solucionó. Sin embargo, SciELO no se define por un problema en específico. La razón es obvia. Si el problema se soluciona, desaparece la organización que se creó para solucionarlo. Pero si entendemos a SciELO como una organización que enfrenta diversos problemas de la comunicación científica, entonces podemos decir que su misión es constante. Por ejemplo, un problema hoy es que los artículos se demoran en ser publicados (uno o dos años). Pues bien, una solución que propone SciELO es usar la tecnología de preprint. Pero hay muchos otros problemas en el sistema de la comunicación científica y, por cierto, habrá muchos más en el futuro. Por lo tanto, es mejor entender que SciELO se define como el lugar donde se piensan los problemas de la comunicación científica.

Pero otra dimensión de SciELO (que la caracteriza desde el inicio) es el componente ético. Desde sus orígenes SciELO abrazó los valores del acceso abierto y, como dice Johan Rooryck, la historia de Europa sería muy diferente si hace 25 años el acceso abierto hubiese estado al inicio (y no una meta como es hoy). La expresión más reciente de esta dimensión ética se encuentra en el concepto de IDEIA.

Otra dimensión de SciELO es su orientación internacional. Una idea que se puede expresar de diversos modos. Por ejemplo, los investigadores de Sao Paulo en 1990 se dieron cuenta que solucionar los problemas en Brasil implicaba pensar cómo se podría trabajar en red con otros países. La historia de la comunicación científica en Latinoamérica debe tener un capítulo sobre cómo desde la ciudad de Sao Paulo se ayudó a dar forma al sistema de comunicación científica en Chile, que se mantiene con los mismos principios hasta el día de hoy. Ello también fue posible por una gran bibliotecaria, Ana María Prat, quien creó SciELO Chile pocos meses después de SciELO Brasil. Otro ejemplo lo encontramos en Japón. Ritsuko Nakajima dice que fue gracias al apoyo de SciELO que ellos pudieron implementar su primer sistema de preprints en 2023.

Pero ¿qué se podría decir del futuro? Una manera es volver a finales de la década de 1990. En ese momento está naciendo SciELO, Google, Public Knowledge Project (PKP) y, sobre todo, la adopción masiva de internet. En 1997, por ejemplo, se creó la primera revista digital de epistemología de ciencias sociales en Latinoamérica (se llama Cinta de Moebio). Por aquel tiempo, muchos académicos no deseaban publicar en una revista que solo existía en Internet, pues consideraban que estas publicaciones no eran serias. Ellos no podían ver o intuir el cambio que venía en la comunicación científica. Muchas de las actitudes de aquella época las estamos viendo hoy con respecto a la inteligencia artificial, lo cual es un error.

Proponiendo ideas hacia el futuro, la marcación en XML ya no será un problema. En general, todos los aspectos técnicos del sistema de publicación que tenemos hoy en día serán anécdotas dentro de poco. La capacidad de procesamiento de información solo crecerá y los computadores que permiten la inteligencia artificial serán más poderosos. Por lo tanto, podemos crear una inteligencia artificial que reciba un artículo y tome una primera decisión de si acaso ese artículo es pertinente o no a la revista, es decir, podemos entrenar una inteligencia artificial con todos los artículos publicados de una revista, con su misión y objetivos, sus normas de publicación y, aunque suena algo controversial, toda la historia de decisiones disponibles en la plataforma OJS sobre los artículos enviados a la revista (o el historial de correos electrónicos).

En fin, todos los elementos que tenemos, y nos dará una sugerencia sobre aceptar el artículo o rechazarlo en las primeras etapas. No es que la inteligencia artificial reemplace a los editores, sino que será un asistente. Lo que sucederá entonces es que procesos tan humanos como la toma de decisiones puede ser asistida con inteligencia artificial. Lo mismo con la selección de pares evaluadores. Una inteligencia artificial procesará todos los ORCID, todas las plataformas, y sugerirá a los evaluadores para ese tema en particular. Por cierto, escribirá el correo y le estará recordando cada cierto tiempo que tiene que enviar la evaluación.

Si es cierto que SciELO es el lugar donde se piensa la comunicación científica, ya vemos que tiene las capacidades para afrontar el futuro. SciELO tiene un componente ético, uno tecnológico y tiene al centro su preocupación por las personas que forman esta comunidad de comunicación científica.

Referencias

Semana SciELO 25 Años | Conferencia Internacional – 27 de septiembre de 2023. SciELO. 2023 [viewed 27 October 2023]. Available from: https://youtu.be/pEwBAOdo298?si=WKYlL6paRaeR5iIv&t=8752

Semana SciELO 25 Años | Conferencia Internacional – 28 de septiembre de 2023. SciELO. 2023 [viewed 27 October 2023]. Available from: https://youtu.be/Z-oIB_8e8mo?si=Z1aGC-G3SzupoCyL&t=16960

Enlaces externos

Anna María Prat i Trabal – SciELO 25 Años: https://25.scielo.org/es/honor/anna-maria-prat-i-trabal/

Declaración de Apoyo a la Ciencia Abierta con IDEIA: https://25.scielo.org/es/declaracion-ideia/

Public Knowledge Project: https://pkp.sfu.ca/

SciELO 25 Años: https://25.scielo.org/es/