Plan S – quo vadis?

Por Jan Velterop

En noviembre de 2025, la AAAS (American Association for the Advancement of Science o la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia) publicó un artículo en su revista Science, escrito por Jeffrey Brainard, con el siguiente título: After Coalition S disrupted scientific publishing, new plan retreats from strict requirements.1

La cOAlición S (así es como la escribe la coalición) está formada por un grupo de financiadores de la ciencia que formularon un plan —el Plan S, supuestamente en honor a su iniciador, Robert-Jan Smits— para transformar las revistas académicas tradicionales en publicaciones de Acceso Abierto, con el objetivo de garantizar que la investigación financiada con fondos públicos estuviera disponible en Acceso Abierto inmediatamente después de su publicación. El Plan S se lanzó en 2018 y su implementación estaba prevista para enero de 2021. Fue recibido con cierto entusiasmo, pero pronto se topó con obstáculos.

El cumplimiento de los requisitos del plan fue decepcionante. Esto no es ni nuevo ni sorprendente. La comunicación científica es un ecosistema complejo y los problemas relacionados con las licencias de Acceso Abierto, la retención de los derechos de autor por parte de los autores, los acuerdos de transición con las editoriales, el nivel de los APC (article processing charges o cargos por procesamiento de artículos, que deben pagar los autores o sus representantes), entre otros, seguían surgiendo y siguen surgiendo.

El artículo en Science también tenía un subtítulo: “La última estrategia del grupo enfatiza la consulta y carece de compromisos de gasto.”

Compromisos de gasto. Esto plantea una pregunta fundamental en la publicación científica: ¿quién paga y cuánto? En el sistema tradicional de suscripción, eran casi exclusivamente las bibliotecas de universidades y centros de investigación (industriales) quienes asumían el costo. En el sistema de acceso abierto financiado por APC, son los autores y sus financiadores.

La lógica de la financiación de publicaciones mediante APC es doble: 1) Los APC posibilitan el acceso abierto y la difusión ilimitada, ya que las editoriales no necesitan restringir el acceso a los contenidos mediante suscripción para proteger sus ingresos; y 2) los principales beneficiarios del sistema editorial son, sin duda, los investigadores en su rol de autores, y no los lectores de literatura académica. La presión recae sobre los autores. Al fin y al cabo, el dicho es “publicar o perecer”, no “leer o pudrirse” (en el original: “read or rot”).

Por lo tanto, el principio de responsabilizar a los autores y a sus financiadores del sostenimiento del sistema editorial, en lugar de a las bibliotecas y los lectores, tiene sentido. Sin embargo, existen problemas prácticos. Analicemos los niveles de los APC.

La publicación científica era extraordinariamente lucrativa. En particular, los beneficios y superávits en los balances de las grandes editoriales y de las sociedades científicas con una división editorial eran envidiables. Calculaban sus ingresos por artículo de la siguiente manera: el total de la facturación por suscripción de un año determinado se dividía entre el número de artículos publicados en ese año, para obtener así un ingreso por artículo.

Para mantener los niveles de beneficios (o, en el caso de las sociedades científicas, los superávits) a los que estaban acostumbradas, los ingresos históricos por artículo se convirtieron en la base para los APC que se cobrarían en un sistema de Acceso Abierto. El problema es que, cuando BioMed Central introdujo los APC, su importe era una mera fracción del que alcanzaron cuando las editoriales tradicionales se adentraron en el Acceso Abierto. Preservar sus intereses financieros es, obviamente, importante para las editoriales, y la aparente falta de compromisos de gasto en la nueva estrategia que la cOAlition S ha adoptado para el Plan S les preocupa.

El Plan S ha dejado de promover el Acceso Abierto con pago por publicación (APC) y se está orientando hacia el desarrollo de una estructura de Acceso Abierto más responsable y liderada por la comunidad científica. Sin embargo, aún se desconocen los detalles de este nuevo enfoque. Las iniciativas en curso se centran en tarifas transparentes, modelos de publicación alternativos y la reducción de las desigualdades, por ejemplo, entre investigadores con buena financiación en países ricos y científicos con menos recursos en países pobres, así como investigadores sin financiación en cualquier parte del mundo. Se espera que nuevas recomendaciones y estudios influyan en las políticas en los próximos años. Se considera que estos esfuerzos forman parte de un panorama de Ciencia Abierta en constante evolución.

Hasta ahora, los requisitos de cumplimiento del Plan S han resultado inviables para la gran mayoría de las editoriales. ¿Es viable una vía más directa hacia el Acceso Abierto?

Se ha sugerido que podría

ser más práctico aprovechar el trabajo que ya realiza una organización como SciELO, que prácticamente inventó la red de apoyo al Acceso Abierto en la década de 1990 y que, desde entonces, ha tenido un gran éxito en la creación de un conjunto de revistas de Acceso Abierto de alta calidad en Latinoamérica.

¿Por qué no crear redes derivadas (o clones) de SciELO para otras regiones del mundo (con un enfoque y una gestión específicos para cada región, ya que cada una requiere conocimientos y experiencia únicos — un enfoque global es demasiado amplio)?2

Huelga decir que estoy completamente de acuerdo. Por supuesto, el objetivo del Plan S sigue siendo convertir toda publicación en revistas en un servicio accesible (diamante). En este contexto, “accesible” (diamante) significa que ni leer ni publicar en revistas debería suponer un coste para sus usuarios, ya sean investigadores o cualquier otra persona. Esto no significa que un sistema así sea gratuito; simplemente significa que necesita estar subvencionado y, probablemente, ser una organización sin ánimo de lucro. Quién debería aportar las subvenciones sigue siendo una gran incógnita.

En este sentido, el Plan U podría ofrecer una alternativa. El Plan U3 es una idea formulada por Richard Sever, Michael Eisen y John Inglis. La idea es sencilla y elegante: las entidades financiadoras exigirían que cualquier publicación derivada de la investigación que financian se deposite primero en una plataforma de preprint abierta, tras lo cual podría enviarse a una revista, si se considera necesario. Los autores de investigaciones no financiadas, y que por lo tanto no están obligados a hacerlo por las entidades financiadoras, también podrían utilizar este sistema. Si los artículos se envían posteriormente a revistas, el contenido de los manuscritos ya es de acceso abierto en plataformas de preprints, por lo que realmente no importa si las revistas en cuestión son de acceso abierto (OA) o de suscripción.

Los autores del Plan U dan por sentado que la mayoría de los preprints serán posteriormente revisadas por pares. Esto no necesariamente implica que lo hagan los editores de la revista. Y en algunos casos, puede considerarse innecesario. Sin embargo, el reconocimiento o la aprobación que conlleva ser aceptado para su publicación en una revista a la que los investigadores están acostumbrados difícilmente perderá su importancia rápidamente. Publicar en revistas puede ser un requisito para un puesto de trabajo, por ejemplo. Y la percepción de prestigio como resultado de ser aceptado por una revista con un alto factor de impacto también puede brindar la satisfacción de obtener reconocimiento, incluso antes de que el artículo sea citado una sola vez.

La aparente necesidad de prestigio me parece un vestigio de una época en la que los artículos científicos eran publicados por un solo autor. Esto es cada vez más raro en muchas disciplinas, donde la naturaleza colaborativa del trabajo científico se refleja en la autoría múltiple, lo que diluye el significado de ese tipo de prestigio para un individuo. Los grandes resultados de investigación son recompensas en sí mismos y merecen ser buscados; dudo que buscar el prestigio conduzca a una mejor ciencia. Además, la ausencia de un fuerte afán de prestigio podría mitigar los efectos de la competencia en la ciencia y estimular una mayor colaboración.

El Plan S parece intentar forzar las estructuras de publicación tradicionales dentro del marco del Acceso Abierto. El Plan U parece tener mayores posibilidades de realizar cambios fundamentales en el sistema, pero carece de la solidez organizativa de la cOalition S. Sería conveniente que la cOalition S adoptara los principios del Plan U y los integrara en el Plan S. Si además se incorporara el enfoque de red que ha impulsado el éxito de SciELO (“Es la clave del éxito de SciELO”4), sería aún mejor.

Notas

1. BRAINARD, J. After Coalition S disrupted scientific publishing, new plan retreats from strict requirements [online]. Science. 2025 [viewed 19 November 2025]. http://doi.org/10.1126/science.zp6a1kl. Available from: https://www.science.org/content/article/after-coalition-s-disrupted-scientific-publishing-new-plan-retreats-strict-requirements

2. HAMPSON, G. EU ditches old Plan S, backs new Plan S’ [online]. The Science Communication Institute. 2024 [viewed 19 November 2025]. Available from: https://sci.institute/sci/analysis/2024/02/eu-backing-new-diamond-reform-model/

3. SEVER, R., EISEN, M. and INGLIS, J. Plan U: Universal access to scientific and medical research via funder preprint mandates. PLoS Biology. 2019, v. 17, no.6. [viewed 19 November 2025]. Available from: https://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.3000273

4. PACKER, A. The Pasts, Presents, and Futures of SciELO. In: EVE, M. P.; GRAY, J. Reassembling Scholarly Communications: Histories, Infrastructures, and Global Politics of Open Access. MIT Press Direct, 2020. Available from: https://doi.org/10.7551/mitpress/11885.001.0001

Referencias

BRAINARD, J. After Coalition S disrupted scientific publishing, new plan retreats from strict requirements [online]. Science. 2025 [viewed 19 November 2025]. http://doi.org/10.1126/science.zp6a1kl. Available from: https://www.science.org/content/article/after-coalition-s-disrupted-scientific-publishing-new-plan-retreats-strict-requirements

HAMPSON, G. EU ditches old Plan S, backs new Plan S’ [online]. The Science Communication Institute. 2024 [viewed 19 November 2025]. Available from: https://sci.institute/sci/analysis/2024/02/eu-backing-new-diamond-reform-model/

PACKER, A. The Pasts, Presents, and Futures of SciELO. In: EVE, M. P.; GRAY, J. Reassembling Scholarly Communications: Histories, Infrastructures, and Global Politics of Open Access. MIT Press Direct, 2020. Available from: https://doi.org/10.7551/mitpress/11885.001.0001

SEVER, R., EISEN, M. and INGLIS, J. Plan U: Universal access to scientific and medical research via funder preprint mandates. PLoS Biology. 2019, v. 17, no.6. [viewed 19 November 2025]. Available from: https://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.3000273

Enlaces externo

cOAlition S

 

Sobre Jan Velterop

Fotografía de Jan Velterop

Imagen: Izi Gambash.

Johannes (Jan) Velterop, originalmente geólogo marino, se pasó al mundo de la edición científica. Primero trabajó en editoriales científicas tradicionales (Elsevier, Academic Press, Nature), pero desde el año 2000 se dedica a la edición de acceso abierto. Ahora está jubilado, pero sigue siendo un defensor independiente del acceso abierto.

 

 

Traducido del original en inglés por Ernesto Spinak.

 

Como citar este post [ISO 690/2010]:

VELTEROP, J. Plan S – quo vadis? [online]. SciELO en Perspectiva, 2025 [viewed ]. Available from: https://blog.scielo.org/es/2025/11/19/plan-s-quo-vadis/

 

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