Por Jan Velterop
En un post anterior1, propuse separar la comunicación de los resultados de la investigación y su evaluación. Pero, ¿cuáles son las posibles consecuencias y oportunidades para las revistas y para quienes juzgan la calidad o el significado de los artículos de revistas?
Hasta ahora, las funciones de comunicación y evaluación estaban combinadas. Una revista hacía tanto la comunicación, mediante la publicación, como la evaluación, a través de la revisión por pares (esta última a menudo anónima, ya que implica una recomendación para aceptar o rechazar la publicación, en la mayoría de los casos). El proceso de revisión por pares antes de la publicación necesariamente introduce un retraso en la comunicación y el intercambio de los resultados de la investigación a través de revistas. Y la revisión por pares anónima introduce la necesidad de una confianza incuestionable en el proceso de revisión por pares y la competencia de los pares revisores.
Si los artículos se publican por primera vez a través de las llamadas plataformas de “preprints” y luego se envían a una revista para su evaluación, surge una nueva situación. Hay una serie de opciones para las revistas:
- Simplemente podrían aceptar preprints como una tendencia inevitable, y vivir con eso;
- Podrían intentar frustrar el desarrollo hacia los preprints convirtiéndose en una norma social en la ciencia;
- Podrían verlo como una oportunidad.
La primera opción ya ha sido tomada por muchas revistas, pero sigue siendo pasiva. En cuanto a la segunda opción, la historia muestra que intentar detener este tipo de desarrollos puede tener éxito por un corto tiempo, pero finalmente es contraproducente. En cuanto a la tercera opción, esto presenta una oportunidad para las revistas. El papel de una revista como principal canal para la comunicación de los resultados de la investigación desaparece, pero su papel como asesores permanece y puede mejorarse. Su función podría mejorarse, por ejemplo, revisando y evaluando los artículos publicados en otras revistas, y publicando abiertamente sus propias revisiones de esos artículos, con los revisores nombrados. Esto es especialmente interesante si la revista en la que se publica el artículo por primera vez no hace públicos sus informes de revisión por pares. Al proporcionar revisiones de pares abiertas posteriores sobre artículos relevantes publicados en otra parte, una revista podría convertirse en un fuerte generador de comunidad en un campo determinado.
En cuanto a los consejos de investigación, los financiadores, los comités de contratos permanentes, etcétera, una evaluación más amplia de los artículos individuales les ayudaría a alejarse del hábito cuestionable (pero simple y conveniente) de confiar demasiado en las métricas relacionadas con las revistas, tales como los factores de impacto. Si realmente desean mejorar sus procedimientos de evaluación y selección, deben apoyar a las revistas que elijan la tercera opción y tomen un papel activo en el desarrollo de un sistema más sólido de evaluación de la calidad que el sistema actual de revisión por pares prepublicada.
¿Tiene todo esto sentido práctico? Ese es el tema de discusión para la Conferencia SciELO 20 Años en septiembre de 2018.
Nota
1. VELTEROP, J. Comunicación y revisión por pares deben ser separados universalmente [online]. SciELO en Perspectiva, 2018 [viewed 18 July 2018]. Available from: https://blog.scielo.org/es/2018/05/25/comunicacion-y-revision-por-pares-deben-ser-separados-universalmente/
Referencia
VELTEROP, J. Comunicación y revisión por pares deben ser separados universalmente [online]. SciELO en Perspectiva, 2018 [viewed 18 July 2018]. Available from: https://blog.scielo.org/es/2018/05/25/comunicacion-y-revision-por-pares-deben-ser-separados-universalmente/
Sobre Jan Velterop
Jan Velterop (1949), geofísico marino llegó a ser editor científico a mediados de 1970. Comenzó su carrera de editor en Elsevier en Ámsterdam. En 1990 se convirtió en director de un diario holandés, pero retornó a la publicación internacional de ciencia en 1993 en Academic Press en Londres, donde desarrolló el primer acuerdo nacional que le dio acceso electrónico a todas las revistas AP a todos las instituciones de educación superior en el Reino Unido (más adelante conocido como el BigDeal). A continuación se unió a Nature como director pero rápidamente se cambió para ayudar a levantar a BioMed Central. Participó en la Budapest Open Access Iniative (BOAI). En 2005 se unió a Springer, con sede en el Reino Unido como Director de Acceso Abierto. En 2008 lo dejó para ir a ayudar en el desarrollo de enfoques semánticos para acelerar el descubrimiento científico. Es un defensor activo del Acceso Abierto conforme al BOAI, en el uso de la microatribución, el sello distintivo de la llamada “nanopublicación”. Publicó varios artículos en ambos temas.
Traducido del original em inglés por Ernesto Spinak.
Como citar este post [ISO 690/2010]:
Todos los investigadores tienen el derecho a exponer los resultados de sus investigaciones en blogs y otros recursos de Internet. Por ejemplo, se puede afirmar que de cierto modo la autopublicacion es una canal alternativo, pero no deja de constituir un arma de doble filo. Con elementos a favor y otros en contra las revistas arbitradas contribuyen al control de la comunicacion cientifica a nivel internacional.